lunes, 27 de julio de 2015

Educarse educando


Que alegría descubrir que ser maestro va más allá de compartir lo que hemos recibido  en la vida y en nuestra formación como docentes, ser maestro es educarse educando.

 Cada momento vivido durante la práctica con los niños de grado primero de la sede C Álvaro Abril de la ENSMA, fue en  un desaprender  modos de hacer las cosas, para abrirme a la creatividad que no busca tanto enseñar como construir junto a los niños, nuevos conocimientos  y así ser puente para descubrir la alegría del “saber” que es Conocimiento y vida.

Jugar, hacer, cantar, manipular, leer… fueron acciones que aunque  no son invención nuestra, de Laura Cruz y mía; sino que son acciones comunes, con  un toque  de  creatividad y con una intencionalidad que logró que los niños gozaran aprendiendo y se sintieran dueños de eso que aprendieron.


Esos pequeños, pero grandes seres humanos. que por su capacidad de abrirse a lo nuevo y recibir con tanto gusto lo que les ofrecimos, nos enseñaron mucho: que hay que darle a todos la oportunidad de compartir lo que sabe y mucho más la vida misma, que perdonar es disfrutar con el otro a pesar de lo que haya pasado y sin recriminar cada instante por los errores cometidos, que no se  sonríe por quedar bien, sino porque hay cosas que sorprenden; otras que  traen recuerdos y otras que hacen tan feliz que es imposible guardar esos sentimientos en el corazón.





Agradecemos a Dios y a nuestros maestros esta oportunidad para desenvolvernos como maestras y sobre todo por ayudarnos a descubrir con mayor claridad que esta es una vocación a la que debemos responder con la totalidad de la vida y que nos impulsa a ser que cada día mejores junto a quienes comparten con nosotros la vida: los estudiantes que a cada uno desde ahora se nos confían.

Hoy más que ayer comprendo lo que decía don Bosco: “Para ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías”. Y una de las mayores alegrías de un niño es aprender y dominar eso que sabe.



Sor Maira Alejandra Alzate G. 
PFCII semestre



REFLEXIONANDO SOBRE NUESTRO QUEHACER DOCENTE

Los títulos de estas reflexiones: 


Un mundo donde los límites de la imaginación no existen.




Educarse educando. 


Camino de experiencias.


                           Lo bueno de ser maestro.


Las pequeñas cosas que hacen de una experiencia un gran conocimiento.




 Mi práctica con los chiquitines.


Enseñar con amor es obrar de corazón.