“Un maestro no ve el mundo, lo transforma” (anónimo).
La formación en una escuela o colegio equivale no sólo a formar profesionales competentes sino a formarlos de la manera más humana posible para que sean capaces de enfrentarse en la sociedad y que a la vez propongan soluciones de acuerdo del contexto necesario.
La saciedad competente, desde un punto de vista humano, perfila y garantiza el futuro del país, su desarrollo, la calidad de vida del pueblo y el afianzamiento de su identidad cultural porque no se puede luchar por el país siendo indiferentes con los problemas sociales, de este modo ser docente implica desempeñarse como promotor de aprendizajes y a la vez, servidor de una comunidad. Un docente aprende a manejar y a aplicar nuevas metodologías pedagógicas para impulsar a la construcción en el proceso de crecimiento intelectual y psicosocial de un estudiante dentro del proceso de globalización, organizar el conocimiento para que se convierta en multidisciplinario, la innovación conectada con el saber entendiendo esta primera como avances en ciencia y tecnología.
La Escuela Normal en la formación de maestras y maestros permite experiencias a través del campo aplicado en el cual desempeñamos el rol de maestros y así mismo fijamos los conocimientos, técnicas de enseñanza y modelos de aprendizaje que son necesarios para brindar una educación de calidad y por la cual en esta oportunidad me permitió compartir una experiencia pedagógica en la Sede L” Escuela la Chorrera, con los niños y niñas del grado cuarto y quinto y bajo la orientación y acompañamiento de la profesora Alba Deisy Cruz Pico.
Ha llegado el momento de la vida en el que se ha iniciado el proceso de educación hacia la docencia, donde se hace más importante desarrollar una práctica pedagógica en la que sea posible aplicar las técnicas aprendidas y más empleadas en el proceso de enseñanza aprendizaje en niños de grado preescolar y más adelante básica primaria.
Por otra parte, ser docente exige un compromiso más serio, ya que siendo ésta importante para adquirir experiencia y aprender a aprender, es la obligación que tenemos de corresponderle a los niños y niñas quienes con entusiasmo llegan a la aulas de clase a adquirir conocimientos de manera más innovadora y luego continuar el ciclo de estudios con el mismo y mayor interés; aunque las diferencias de costumbres, la forma de vida y los comportamientos que los niños quienes adoptan maneras de vida como las que viven en casa y que a veces en la escuela se ven enfrentados y cuestionados al compartir con niños de otros entornos, géneros y edades y donde surgen las diferencias y rivalidades que hacen en algunos momentos de la convivencia se vuelva pesada.
Finalmente podría decir que ha sido una experiencia más de la cual adquiero confianza y responsabilidad, ser la encargada de la educación de un grupo de niños que apenas inician el sendero de la vida me responsabiliza de los comportamientos y las formas de aprender que le quedarán para la vida.
NAIRA JULIETH PLATA DÍAZ
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