
En algunos momentos se presentaron brotes de indisciplina lo que obligó a buscar alternativas para hacer la clase más dinámica y participativa. Se les propuso a los más indisciplinados, ejercer liderazgo dentro del grupo. Se vio la necesidad de trabajar más sobre el sentido de pertenencia, porque, como por ejemplo, en el aseo de la escuela, hubo apatía.
Hubo casos específicos en el que fue necesario llevar a cabo un acompañamiento más intenso, sobre todo con aquellos estudiantes con problemas en lecto escritura y desarrollo de operaciones básicas. Las cartillas significaron una gran ayuda, cumpliendo así su función de guía, aunque claro, se debieron hacer algunas modificaciones antes de implementarlas, de acuerdo a las características específicas del contexto.
Carlos Andrés Tobar Franco
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