Mesa, misa y música… don Bosco acostumbraba usar triadas para expresar con sentido y de manera sencilla mensajes de vida a sus muchachos, sus religiosos y religiosas. Hoy también sus hijos e hijas toman sus expresiones y su espiritualidad, para contagiar al mundo la alegría que los invade por pertenecer a su gran familia.
Mesa, misa y música son palabras que hacen referencia a la rica espiritualidad de don Bosco encarnada en los 30 grupos de la familia salesiana.
La mesa se refiere al espíritu de familia que caracteriza cada comunidad salesiana y que se refleja en esa sencillez de expresar como casa salesiana todo espacio donde están presentes los SDB, las FMA o alguno de los integrantes de los grupos de este vasto movimiento salesiano, cualquiera que sea su intervención en la sociedad. La mesa reúne ilusiones, es espacio y lugar donde se vive la alegría del encuentro en la fiesta, se comparte el pan material; se rehacen las fuerzas y se escucha una nueva palabra con la mirada entorno al pan, en torno a Él.
Este año de manera especial los SDB (salesianos de don Bosco) y las FMA (Hijas de María Auxiliadora) para celebrar el bicentenario del nacimiento de su fundador (1815-2015) propusieron profundizar su historia, pedagogía y espiritualidad de la siguiente manera:
“Año 2011-2012 su historia: Para comprender su grandeza humana y cristiana, su genialidad operacional, sus dotes de educador, su espiritualidad, su obra.
Año 2012- 2013 su pedagogía: Para desplegar sus grandes virtudes modernizar sus principios, sus conceptos y sus orientaciones, e interpretar hoy sus ideas fundamentales.
Año 2013-2014 su espiritualidad: Para conocer y vivir la profunda experiencia espiritual de don Bosco, fundamento de la fecundidad y actualidad de su corazón”.
En este contexto se hace referencia a otro aspecto de la triada: la música, que está presente en toda celebración salesiana y hace referencia a ese ambiente festivo, alegre y sereno de cada casa salesiana o mejor dicho, de cada persona que encarna este carisma.
Han sido varios los acontecimientos que de modo apoteósico abrieron la puerta a este año bicentenario: La presentación del Aguinaldo del Rector Mayor, el encuentro de familia salesiana en Roma y en cada región del mundo la celebración de la fiesta de don Bosco el 31 de enero con el otro elemento de la triada: La misa, porque no podría faltar este, que más que elemento, es columna fuerte de la rica espiritualidad del padre y maestro de la juventud, pues como él decía era uno de sus tres amores, junto con María auxiliadora y la iglesia.
Sor Maira Alejandra Alzate Gil
PFC I semestre
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