lunes, 18 de abril de 2016

LA FAMILIA.
Hoy les quiero hablar de un factor muy importante en nuestras vidas: es la familia, y quiero empezar con la siguiente frase, “las cosas materiales jamás sustituirán el verdadero amor de una familia”, esta frase es muy significativa para mí a la hora de hablar sobre este tema, porque cada día nos damos cuenta que el único y verdadero amor lo recibimos en nuestro hogar, siempre nuestros padres se esfuerzan por darnos lo que necesitamos con interés, no material porque el amor familiar nunca esta basados en lo que se pueda tener sino en lo que se pueda lograr con los sacrificios que se hacen.

Es necesario reflexionar que el valor de la familia se basa fundamentalmente en la presencia física, mental y espiritual de las personas en el hogar, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia, haciendo un esfuerzo por cultivar los valores en la persona misma, y así estar en condiciones de transmitirlos y enseñarlos. En un ambiente de alegría toda fatiga y esfuerzo se aligeran, lo que hace ver la responsabilidad no como una carga, sino como una entrega gustosa en beneficio de nuestros seres más queridos y cercanos.

Por eso al pensar en una familia se deben tener en cuenta siempre unas metas a las cuales se pueden apuntar  manteniendo siempre una mirada fija hacia un propósito en común el que puede favorecer la convivencia  y cariño que se pueda expresar en este vínculo.

Muchas personas no saben que es una familia  por eso hoy en día existen muchas de estas disfuncionales; las personas que  piensan en familia sin tener claro que es en verdad, corren el riesgo de perder lo que en algún momento empezaron poniéndole el nombre de hogar.

En la actualidad podemos ver que muchas familias son creadas sin  pensarlo “a la fuerza” porque  sin saber tomar decisiones en nuestras vidas cuando menos nos damos cuenta estamos en un mundo que no sabemos manejar por la inmadurez y otros factores que resultan ajenos al presente que se está viviendo.

Toda familia unida es feliz sin importar la posición económica, los valores humanos no se compran, se viven y se otorgan como el regalo más preciado que podemos dar. No existe la familia perfecta, pero si aquellas que luchan y se esfuerzan por lograrlo.

Diana Guacaneme 
PFC III Semestre


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